Llámalo de otra manera….Pero una abuela nunca haría una tarta así. Un pastel que no merece la calificación de alimento, compuesto por tantos estabilizantes, conservantes, emulgentes, gelificantes, colorantes y químicos que ninguna abuela tendría en su cocina ni serviría en una mesa festiva. La industria debería buscar una etiqueta para productos como este que no nutren sino desajustan nuestra salud.
Final del maraton de comidas, meriendas y cenas navideñas.
Día de Reyes. Lo peor estaba por llegar….
A medida que han ido pasando los días y nos hemos ido sentando a la mesa familiar, los síntomas de protesta de mi cuerpo han ido aumentando. Una herida de fiebre en los labios, un par de granos, dolor de cabeza y mi hija con el primer gran resfriado de mucho años hacia aquí. Vuelvo a casa de la comida de Reyes con mucha sed y la necesidad de tomar un gran vaso de agua con limón recién exprimido. Anhelo un plato de arroz integral cocido sin nada más. Sencillamente arroz porque parece que ha pasado toda una vida desde la última comida amable y reconfortante.
Y llego a lo peor de todo el recorrido festivo: la tarta de hoy. Un postre que os he traído para analizar porque sé que muchos recurrís a estos pasteles industriales para celebrar fiestas y cumpleaños. Dulces que no merecen que nadie los compre. Pasteles asesinos de la salud. Y no es extremo calificarlos así y mucho menos si se bautizan como Tarta de la Abuela.
Ninguna abuela merece que se le asigne una tarta tan nefasta. Ninguna abuela utilizaría estos ingredientes para regalar a su familia. Un producto de pastelería congelado con casi SESENTA INGREDIENTES que nunca estarían en la despensa de nuestras abuelas ni serían reconocidos por ellas como productos alimenticios. Una tarta que ni mi abuela, ni tampoco la tuya, podrían bendecir.
Bajo la apariencia de una tarta de galletas María con chocolate y nata se amontonan emulgentes, estabilizantes, colorantes, gasificantes, grasas vegetales, acidulantes, conservantes, jarabes, almidones modificados…
La tarta ha sido la aportación de una de las comensales. Se ha servido al centro y cortado en pequeñas raciones cuadradas. Inteligentemente, la persona que la ha comprado no ha querido tomarla. Yo me he servido un trocito, antes de darle la vuelta a la banda que acompañaba la caja con todos los ingredientes, para poder compartiros lo que es llevarla a la boca. El primer segundo es un aluvión de azúcar impregnado en una nata muy blanda próxima a la textura espumosa que dejan los helados cuando empiezan a deshacerse. No hay ningún placer al tomarla. Sobre todo si en paralelo vas leyendo el listado inacabable de ingredientes nefastos que se utilizan en su producción. Pero mientras tanto, escuchaba las valoraciones en la mesa diciendo que estaba muy buena y entendía la conexión directa del azúcar en sus cerebros. Placer inmediato.
¿Qué tiene de malo la Tarta de la Abuela? Sería más rápido analizar qué tiene de bueno porque la respuesta es nada. Producida por una empresa de La Rioja, Granderroble Desserts, y comercializada por Mercadona.
E-500ii y E-503 ii Antiaglomerantes
E-150d: Caramelo sulfito de amoniaco. Precaución Problemas intestinales. Dificultades para absorber la vitamina B12. En California se etiqueta como posible cancerígeno
E223 (Sulfitos). Metabisulfito de sodio. Es un conservante sintético que se obtiene de la combustión de minerales con azufre. En dosis bajas causa iritaciones en el tubo digestivo y en mayores ingestas puede provocar dolores de cabeza, alergia, irritación de los bronquios y asma. De los que se indican como Peligro/toxicidad. EVITAR
E-300 Acido ascórbico. Inofensivo.
E-472B Esteres lácticos de los mono y diglicéridos de los ácidos grasos . Precaución porque en laboratorio aumentó el tamaño de los riñones e hígado de los animales a los que se administró.
E-435. Polisorbato. A EVITAR. Puede provocar reacciones cutáneas, infección de orina, problemas digestivos, cálculos renales. Y a largo plazo puede ser cancerígeno.
E475 Esteres Poliglicéridos de los Acidos Grasos. Precaución. Alteró el tamaño de los riñones e hígado de animales en laboratorio.
E407. Carragenanos. Peligro. A evitar. Aunque se obtiene de algas rojas, se tratan químicamente y no están recomendadas en niños ni en embarazadas. Se ha visto que en animales origina úlceras en el intestino grueso y pérdidas de sangre, puede debilitar el sistema inmunológico y provocar cáncer.
La lista de aditivos sigue y sigue…..E-440ii, 401, 407, 415, 331ii, 341ii, 202, 420i, 202, 160ai…..
Y además, sus ingredientes son azúcar, jarabe de glucosa, preparado lácteo, grasa vegetal, producto de confitería con aroma de manzana, grasas y aceites vegetales de palma, almidón modificado, más glucosa, aroma de brandy y, atención veganos, gelatina de vaca.
Vamos, que de la tarta que la abuela haría con harina, azúcar, huevos y leche a la tarta en cuestión hay tanta distancia como de aquí a Australia para un caracol. Llevar a nuestras fiestas productos así no conlleva ningún amor a nuestra salud.
Podríamos haber hecho esta tarta con unas galletas María integrales, sin azúcar, y una salsa de chocolate espesada con maicena o harina de arroz ecológico. Podríamos haberla preparado con una alternativa al azúcar, a la leche de vaca y a la harina blanca.
Pero este cóctel de aditivos cubierto de chocolate y avellana no merece, de verdad, que lo llevéis a casa y que aplaudamos con nuestra compra a la empresa que lo produce. Hace mucho daño a nuestros niños, grandes víctimas de estos dulces congelados sin interés nutricional y muy adictivos. ¿No pensáis que merecen perder la etiqueta de alimentos?
Si quieres una tarta de cacao, prueba con esta receta de Pastel de Cuscús al Chocolate o esta de Castañas y Cacao, merecen disfrutarlas….
Me hace gracia que la persona que la llevó no comiera, menuda bomba de relojería en todos los aspecto. Totalmente de acuerdo con lo fácil que es hacer una en casa con los ingredientes habituales. Hay tantos alimentos con referencias a la comida tradicional que son todo un timo.
No! Ni lo probó. La tenía a mi lado y me dijo por lo bajito: «Yo la he traído pero de eso no como…».
Sabía lo que había comprado. Eso, seguro.
Un abrazo!
Sinceramente las pastillas tambien producen mil efectos secundarios, si buscas una tarta casera no la compres y usa el horno!
Bomba de relojería. Una auténtica bazofia en la que lo más reseñable es la gigantesca lista de ingredientes, la inmensa mayoría artificiales (con una retaila de E-XXX) y con algunos naturales como la maravillosa grasa de palma. Una basura en toda regla.
Hay que comprar en la pastelería de toda la vida. Pero claro, no queremos pagar la calidad…