Aquí estamos, de nuevo, cual Virginia y Sofía…..
A la hora de nutrirnos de cosas saludables, sería un error contemplar solo lo que nos llevamos a la boca. Y sería un despropósito comer cien por cien ecológico, sin grasas y sin azúcares y tragarnos piedras de molino en el día a día. Para eso, mejor desayunar ese par de huevos fritos con jamón que tanto te gustan y ser feliz, al menos, quince minutos al día.
Se integran en nuestra vida muchos más elementos: energía, palabras, imágenes. En definitiva, todo lo que experimentamos. Lo que nos gusta y lo que no. Lo que nos daña y lo que nos cuida. Lo que nos pone en pie de guerra y lo que nos serena.
Por eso, en nuestras conversaciones en busca de la salud emocional te animamos a cantar. Canciones de la infancia, canciones locas, tontas, chapurreando en inglés, imitando a Los Pecos o a Bonnie Tyler. Pero canta. Porque el que canta, su mal espanta…
Hoy lo hacemos nosotras. Sin verguenza ni tapujos. Una estrofa muy corta de una canción que Virginia cantaba con su padre, hoy una mente encerrada en el pasado por el Alzeheimer. Sin posibilidad de volver a entonar con ella este «Partirá, la nave partirá….»
¿Jugamos a cantar la vida?
Hemos salido redondas!!!!
Del brazo por la vida, recordando a mi padre y espantando los espíritus.
Para cuando una «bioqueimada» Sofia?!
Amor y salud para tod@s.
Hacia arriba siempre, pase lo que pase…y pese lo que pese.
La bioqueimada será por tu madre…..No?
Madre gallega no hay más que una..