Despidiendo el verano….Que, aunque oficialmente se marchó hace dos días, sigue dejando su temperatura y sus matices sobre nosotros..
Por eso digo adiós a la polenta, al maíz, el más refrescante de los cereales, e ideal para los meses de julio a septiembre en nuestro mediterráneo.
Para aprovechar los restos que me quedan por la despensa he improvisado estos pasteles individuales de polenta con cúrcuma fresca, zanahoria y semillas. Nada más. Simplicidad y protagonismo al maíz, que tranquiliza los nervios y fortalece el cerebro, al betacaroteno (precursor de la vitamina A) de la zanahoria y la especia que os sugiero de la India y a la que cada vez más estudios apuntan como una excelente ayuda para prevenir distintos tipos de cáncer .
INGREDIENTES:
-1 vaso de polenta instantánea ecológica
-2 vasos de caldo vegetal (o en su defecto, agua)
-2 zanahorias ecológicas
-1 trozo de cúrcuma fresca
-Semillas de calabaza
-Semillas de sésamo
-Cilantro fresco.
-Sal marina y aceite de oliva
PREPARACIÓN:
- Ponemos a calentar el caldo con un poco de sal y cuando comience a hervir vamos añadiendo poco a poco la polenta, removiendo con cuidado para que no forme grumos.
- Cuando se haya absorbido todo el líquido, llevamos la polenta a un moldecito y vamos formando los pasteles sobre una bandeja de horno.
- Lavamos bien las zanahorias y las rallamos. Cubrimos con ella la polenta.
- Cortamos el cilantro en trozos y espolvoreamos por encima.
- Pelamos la cúrcuma y la fileteamos bien fina para llevarla también al horno.
- Con todo listo, horneamos unos 15 minutos hasta que el maíz quede dorado y ligeramente crujiente por fuera.
- Servimos con semillas de sésamo y calabaza tostadas y un dorado hilo de aceite de oliva.
DISFRUTAD!