Para ser feliz solo hace falta tener mala memoria... Eso decía Ingrid Bergman.
O sea, tener memoria de pez. Aunque en esta materia, la ciencia sigue discutiendo. Porque en lugar de solo unos segundos, las últimas investigaciones parecen demostrar que la memoria de los peces es capaz de alcanzar los 12 días. Menos de lo que algunas veces nos conviene recordar a los humanos.
Sofía prefiere no saber aquello que puede resolver sus dudas o aquello que puede hacerla dudar más…pero NOSOTRAS, las mujeres, siempre preguntamos más y más…
Quizá solo con la intención de hacer las preguntas, sin escuchar las repuestas que, fatalmente, sabemos nunca superan nuestras expectativas.
– Yvonne: «¿Dónde estuviste anoche?»
- – Rick: «¿Anoche? No tengo la menor idea. Hace demasiado tiempo»
- – Yvonne: «Y, ¿qué harás esta noche?»
- – Rick: «No hago planes con tanta antelación.»
- (Del film Casablanca)
- Al margen de querer tener memoria de lo vivido ayer, nos pasamos horas y horas con un tema que a los hombres les dura un minuto en la boca. Si es que llegan a compartirlo con algún amigo. Porque lo más probable es que no pierdan el tiempo en ello. Los hombres no se atreven a hacerse el tipo de preguntas sobre temas íntimos en los que nosotras abundamos.
- Pero la pregunta está sin resolver: ¿Por qué nosotras queremos llegar hasta el detalle más pequeño y conocerlo todo? ¿Es mejor vivir en la ignorancia? ¿Cerrar los ojos y dejar que todo permanezca igual?
- Nuestro muro está abierto.
- ¿Para ganar tus alas tienes que tener respuesta?
