Limpiando y ordenando mi ordenador me he encontrado una receta básica que me recuerda que estos días, antes de que lleguen las comidas demasiado abundantes, turrones y otros dulces, hay que mimar el estómago con una reconfortante sopa de miso.
Y lo que es más importante, ayudar a nuestro organismo a eliminar la radiación acumulada de móviles, ordenadores, televisiones y todas las redes entre las que nos movemos. Vivimos rodeados de wifi. Y si vuelves de un trayecto de tren, como yo, metido durante varias horas en un vagón con otros cincuenta pasajeros que llevan sus móviles operativos, tu cabeza acaba embotada.
Estos días, como han bajado las temperaturas en casi toda España, después de preparar la sopa está muy bien añadirle unas gotas de jengibre fresco recién rallado para que nos ayude a entrar en calor.
Hay a quien le gusta tomarla de desayuno, para comenzar el día, ¿por qué no?
A mí me parece ideal como primer plato, variando cada día las verduras que usemos de base. Suelo mantener la cebolla y la zanahoria, y la tercera de las verduras la alterno entre puerro, chirivía, col rizada o coliflor. Y la hago con nabo, la que veis en la imagen, para ayudar a limpiar más al hígado….
Que no falte nunca el alga wakame.
Aquí os dejo, sin embargo, la receta original, con seta shiitake fresca.
Si gustáis, está lista para tomar……
SÍ, LA VOY A HACER,MIL GRACIAS BE-SITOS J.ELENA.
Espero que te guste, Elena!
La tomo y me sienta fenomenal. Las sopas y el invierno se llevan bien. Gracias. Abrazote
Hola, María….
No hay mejor historia de amor que el frío y una sopa.
Templar el estómago y relajar el sistema nervioso.
Una taza humeante entre las manos….
Ummmmm