Digestiva, relajante y con mucha fibra. Una crema de calabaza es un plato reconfortante para una cena que permita tener un buen descanso nocturno.
Rica en antioxidantes, para prevenir la acción de los radicales libres, la calabaza posee licopeno, que protege ante la aparición de diversos cánceres, previene la retención de líquidos y estimula el funcionamiento del páncreas. Si la conseguís ecológica, ¿qué más se puede pedir?
CENA Sin gluten, baja en calorías, sin colesterol y perfecta para mejorar el estreñimiento.
INGREDIENTES:
-1 kilo de calabaza bio
-2 cebollas grandes
-1 pizca de sal marina
-Aceite de oliva virgen
-Un trozo de gengibre fresco
-Semillas de calabaza o de sésamo negro (para adornar, si queréis…)
PREPARACIÓN:
1. Cortamos la calabaza en cuatro o cinco trozos y la cocemos con un poco de agua y una pizca de sal.
2. Cortamos las cebollas en medias lunas y las salteamos en una sartén con un poco de aceite. Dejarlas a fuego medio hasta que se caramelicen.
3. Quitar la piel a la calabaza y triturar la pulpa junto con la cebolla. Reservar una poca para adornar el plato.
4. Rallar un trocito de gengibre y añadir su jugo a la calabaza.
5. Servir en platos o bols con un poco de cebolla por encima y unas semillas de calabaza si lo deseamos.
Nota: Utilizad las pipas de calabaza para nuestros comensales masculinos. Son fantásticas para la próstata.
vaya pinta que tiene, sin duda me animaré a hacerla
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