¿Es mejor comer con los ojos cerrados o echar un vistazo a lo que contienen de verdad los paquetes, latas y bricks que compramos en los supermercados?
Si todos los productos precocinados se acompañaran de su radiografía o estudio forense, ¿Cuántos productos alimenticios nos servirían para nutrirnos desde la salud?
Los consumidores confiamos en todo que se vende en las estanterías y lineales de los comercios de alimentación. Pero lo hacemos porque pensamos que si miramos con lupa cada uno de los productos que van a parar a nuestra cesta o carro de la compra acabaremos por cultivar un metro cuadrado de jardín para obtener nuestra comida semanal o morirnos de hambre.
¿Comodidad, conformismo, ajuste a la vida moderna o feliz adaptación?
Hace un tiempo, el doctor Richard DeShazo (jefe de la investigación y miembro del Centro Médico de la Universidad de Mississippi) encargó a un colega forense un estudio minucioso de lo que contenía un nugget. El resultado no fue nada alentador. Sin embargo, las cadenas de comida rápida siguen vendiendo miles de cajitas de menús para niños con estos bocaditos de pollo. Si eres de los papás que lleva a sus hijos en día festivos, te recomiendo leer algo más sobre ello en Autopsia a un nugget, en Vlcnews.