El otoño nos da regalos tan maravillosos como el boniato.
Aunque es un tubérculo, como la patata, no pertenece a la familia de las solanáceas y no contiene, por tanto, la tóxica solanina.
De sabor dulce, sobre todo cuando se cocina mucho o se cuece al horno, contiene betacaroteno y vitamina C. Y es muy rico en potasio, hierro, calcio, magnesio fósforo y fibra.
Hoy os propongo hacer con él unas chips para acompañar un pastel mijo y verduras, para servir sobre una crema de verduras o, sencillamente, para dipear o tomar como aperitivo antes de la comida.
INGREDIENTES:
-1 boniato blanco de tamaño grande
-Sal marina
-Aceite de oliva virgen
-Especias al gusto: perejil, albahaca, pimienta negra…
PREPARACIÓN:
- Pelar el boniato y filetearlo con un monda patatas o un herramienta similar (yo lo he hecho a mano con un cuchillo bien afilado)
- Preparar una bandeja de horno y cubrirla con papel vegetal.
- Disponer las rodajas de boniato sobre ella y añadir un hilito de aceite y sal marina.
- Llevar al horno, a 180 grados, durante unos 15 minutos o hasta que queden ligeramente dorados.
- Cuando estén crujientes, sacamos la bandeja y añadimos las especias elegidas. Tenéis la posibilidad de separarlos en varios recipientes y hacer chips de sabores variados para servir distintas opciones.