Este es el segundo de los bocadillos alternativos que os propongo. Lo he bautizado como Mediterráneo Crunchy. Esta vez con un pan crujiente de centeno y semillas de sésamo y sin levadura.
La base es de paté de aceituna negra, un fermento muy interesante de tomar cuando comemos harinas para ayudar al intestino. Las verduras se incorporan pasadas por la plancha y el toque final es la esencia del romero.
El resto de los diez bocatas veganos, sin azúcar y sin grasas perjudiciales lo podrás conseguir de regalo si estás suscrito a Mamá Bio porque estarán listos como regalo para todos los suscriptores el próximo día 31 en un coleccionable de fichas en formato pdf. El primero, de crema de cacahuete y zanahoria, lo puedes ver aquí.
INGREDIENTES:
–Pan de centeno crujiente con sésamo ecológico
-Paté de aceituna negra
-1 cebolla fresca (cebolleta)
-1 calabacín ecológico
-Orégano seco
-Aceite de oliva virgen
-Sal marina
PREPARACIÓN:
1.Cortamos la cebolleta en aros o longitudinalmente y la dejamos macerar unos minutos con un poco de sal.
2. Llevamos la cebolla a una sartén con apenas unas gotas de aceite de oliva.
3. Cortamos el calabacín en rodajas finas y lo incorporamos a la sartén (cada verdura en un lado, sin mezclar)
4. Necesitamos trozos de pan para cada bocadillo. Untamos dos tostadas con el paté y disponemos encima la cebolla y el calabacín.
5. Espolvoreámos con un poco de orégano. Repetimos la operación con una tercera tostada para que nuestro bocadillo sea triple.
Prepararlo ha sido un juego de niños!
Muchísimas gracias por todo lo que compartes con tus lectores. Soy adicta a las recetas sanas y querría extenderlo a las meriendas de los niños pero no recibí el resto de los diez bocatas veganos, sin azúcar y sin grasas perjudiciales…